Nada



Lo único que parecía real eran los pájaros que un día ella misma pintó en las paredes de su habitación.

Una habitación llena de recuerdos, de fantasmas con cadenas que apretaban su cuello y le ahogaban.

Todo aquello que quería olvidar le venía a la cabeza. Creyó estar perdiendo el juicio. Y esa locura era lo único real que le quedaba.

Lo único que tenía; todos a su alrededor la habían abandonado, y los que no, ella les echaba de su vida entre tragos y gramos.

No recordaba el camino que le había llevado hasta allí. Tampoco recordaba el camino de vuelta a ella misma.

Lo único que recordaba era el niño muerto que un día portó en sus entrañas.


Quiso ser pintura. O un pájaro. O simplemente libre.
Abrió la ventana buscando el encuentro.



Y se encontró con ella misma. Con lo único que era, lo único que sentía: 
Nada.


Jose Mompo y Julio Muñoz

1 comentario :

  1. Joder... Iba a decir que me toca mucho y muy dentro, pero realmente me destroza.

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